11. El Señor le respondió:— ¿Quién le ha dado la boca al ser humano? ¿Quién hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿Acaso no he sido yo, el Señor?
12. Por tanto, vete. Yo estaré en tu boca cuando hables y te indicaré lo que tienes que decir.
13. Moisés volvió a replicar:— ¡Por favor, Señor, envía a cualquier otro!
14. Se enojó el Señor con Moisés y le dijo:— ¡Ahí está tu hermano Aarón, el levita! Yo sé que él tiene facilidad de palabra. Además, él viene ya a tu encuentro y se va a alegrar mucho de verte.
15. Tú le indicarás lo que debe decir; yo estaré en vuestra boca cuando habléis, y os daré instrucciones acerca de lo que debéis hacer.
16. Él hablará al pueblo en tu nombre; será tu portavoz, y tú harás para él las veces de Dios.
17. Lleva contigo esta vara, pues con ella harás prodigios.
18. Moisés volvió a casa de su suegro Jetró, y le dijo:— Déjame ir a Egipto. Tengo que regresar adonde están mis hermanos, para ver si siguen vivos.Respondió Jetró:— Vete en paz.
19. Y es que el Señor le había dicho a Moisés en Madián: “Regresa a Egipto porque ya han muerto todos los que querían matarte”.
20. Así que Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los montó en el asno y emprendió el regreso a Egipto. En su mano llevaba la vara de Dios.
21. El Señor le dijo:— Cuando regreses a Egipto, recuerda todos los prodigios que te he concedido realizar. Hazlos delante del faraón; aunque yo haré que se muestre intransigente y no deje salir a los israelitas.
22. Entonces dirás al faraón:— Esto es lo que ha dicho el Señor: Israel es mi hijo, mi primogénito.
23. Te ordeno que dejes salir a mi hijo para que me rinda culto. Si te niegas a dejarlo salir, yo daré muerte a tu hijo primogénito.
24. Y sucedió que, mientras iban camino de Egipto, el Señor atacó a Moisés en una posada con intención de matarlo.
25. Entonces Séfora cogió un pedernal afilado, cortó el prepucio a su hijo y, tocando con el prepucio los genitales de Moisés, exclamó:— Eres mi esposo de sangre.
26. El Señor se alejó de Moisés cuando ella lo llamó “esposo de sangre” por lo de la circuncisión.
27. Dijo el Señor a Aarón:— Vete al desierto a recibir a Moisés.Aarón fue y, cuando lo encontró en el monte de Dios, lo abrazó.
28. Moisés le contó a Aarón todo lo que el Señor le había dicho al encomendarle la misión, y le refirió también todos los prodigios que le había ordenado hacer.
29. Después, Moisés y Aarón reunieron a los ancianos de Israel,