32. Pero que nadie lo use para perfumarse, ni imite su receta. Es un aceite sagrado, y como tal debéis considerarlo.
33. Si alguien prepara un ungüento semejante o lo usa con una persona no adecuada, será expulsado de la comunidad.
34. El Señor dijo a Moisés:— Toma en cantidades iguales las siguientes especias olorosas: resina, uña aromática, incienso puro y gálbano aromático;
35. con el arte de los perfumistas, elabora un incienso aromático y añádele sal para que sea puro y santo.
36. Una parte del incienso muélelo muy fino y espolvoréalo ante el Arca del testimonio, en la Tienda del encuentro, es decir, en el lugar donde yo me encontraré contigo. Considerad este incienso como una cosa santísima;
37. por tanto, que nadie imite la receta para uso personal. Consideradlo como algo sagrado y exclusivo del Señor.
38. Si alguno prepara una mezcla semejante para disfrutar de su fragancia, será expulsado de la comunidad.