23. les dijo:— ¿Por qué hacéis estas cosas? Todo el mundo me comenta vuestros abusos.
24. No, hijos míos; no son buenos los rumores que oigo de que estáis escandalizando al pueblo del Señor.
25. Si una persona ofende a otra, el Señor puede actuar de árbitro; pero si alguien ofende a Dios, ¿quién mediará en su favor?Pero ellos no hacían caso a su padre, porque Dios había decidido que murieran.