11. Y el Señor envió a Jerubaal, a Barac, a Jefté y a Samuel para que os librasen del poder de vuestros enemigos vecinos y pudieseis vivir tranquilos.
12. Ahora, cuando habéis visto que Najás, el rey de los amonitas, os amenazaba*, me habéis pedido un rey que os gobernara, aunque el Señor vuestro Dios era vuestro rey.
13. Pues bien, ahí tenéis al rey que habéis elegido y que habéis exigido. Ya veis que el Señor os ha dado un rey.
14. Si honráis al Señor y le dais culto, si escucháis su palabra y no desobedecéis sus mandatos, entonces os irá bien tanto a vosotros como al rey que os gobierna.