14. marchó tras el hombre de Dios y lo encontró sentado debajo de una encina. Entonces le preguntó:— ¿Eres tú el hombre de Dios que ha venido de Judá?El otro respondió:— Yo soy.
15. El primero le dijo:— Acompáñame a casa a comer algo.
16. El otro le contestó:— No puedo volver contigo ni acompañarte. No comeré ni beberé nada contigo en este lugar,
17. pues el Señor me ha ordenado que no coma ni beba nada aquí y que no regrese por el mismo camino por el que he venido.
18. Pero el anciano insistió:— Yo también soy profeta, como tú, y un ángel me ha ordenado, de parte del Señor, que te lleve conmigo a mi casa para que comas y bebas algo.Así lo engañó
19. y el otro fue con él a comer y beber en su casa.
20. Mientras estaban sentados a la mesa, el Señor habló al profeta que lo había hecho volver
21. y este gritó al hombre de Dios venido de Judá:— Esto dice el Señor: Por haber desobedecido las órdenes del Señor y no haber cumplido el mandato que te dio,
22. regresando a comer y beber a este lugar donde él te lo había prohibido, tu cadáver no será enterrado en la sepultura de tus padres.
23. Cuando terminó de comer y beber, aparejó el burro del profeta al que había hecho volver.
24. Este se marchó, pero en el camino un león le salió al encuentro y lo mató. Su cadáver quedó tendido en el camino, mientras el burro y el león se quedaban de pie junto a él.
25. Pasaron unos hombres que vieron el cadáver tendido en el camino y al león de pie junto a él y fueron a dar la noticia a la ciudad donde vivía el profeta anciano.