Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 9:17-28 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

17. Ni tampoco echa vino nuevo en cueros viejos, porque así los cueros se revientan, el vino se derrama y los cueros se dañan. Más bien se echa el vino nuevo en cueros nuevos, así ambos se conservan.

18. Mientras Jesús les estaba diciendo esto, vino un dirigente de la sinagoga, se arrodilló ante él y le dijo: —Mi hija acaba de morir, pero si tú vienes y colocas tu mano sobre ella, volverá a vivir.

19. Jesús se levantó y junto con sus seguidores se fue con él.

20. Entonces una mujer que llevaba doce años sufriendo de flujos de sangre, se le acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde de su manto.

21. La mujer hizo esto porque pensaba: «Si alcanzo a tocar un pedazo de su manto, quedaré sana».

22. Jesús se dio la vuelta, la vio y dijo: —¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Desde entonces la mujer quedó sana.

23. Cuando Jesús llegó a la casa del dirigente de la sinagoga, vio a los flautistas preparados para el funeral y a la multitud alborotada, y

24. les dijo: —Sálganse todos. La niña no está muerta, está dormida. Pero la gente empezó a burlarse de él.

25. Después de que sacaron a toda la gente de la casa, Jesús entró al cuarto de la niña, la tomó de la mano y ella se levantó.

26. La noticia corrió rápidamente por toda la región.

27. Al salir Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritándole: —¡Hijo de David, ten compasión de nosotros!

28. Cuando entró a la casa, los ciegos se le acercaron y Jesús les dijo: —¿Ustedes creen que yo puedo hacer que recobren la vista? Ellos respondieron: —¡Sí Señor, creemos!

Leer capítulo completo Mateo 9