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Mateo 8:19-29 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

19. Un maestro de la ley se acercó a él y le dijo: —Maestro, te seguiré a dondequiera que vayas.

20. Entonces Jesús le dijo: —Las zorras tienen sus madrigueras y las aves tienen sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene un lugar donde descansar la cabeza.

21. Otro de sus seguidores le dijo: —Señor, déjame primero ir a enterrar a mi papá.

22. Pero Jesús le dijo: —Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.

23. Jesús subió al bote y sus seguidores lo acompañaron.

24. Entonces se desató una gran tormenta y las olas estaban cubriendo el bote, pero Jesús estaba durmiendo.

25. Entonces los seguidores se acercaron, lo despertaron y le dijeron: —¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos ahogando!

26. Él les dijo: —¿Por qué son tan cobardes, hombres de poca fe? Jesús se levantó y regaño a los vientos y al mar; y todo quedó en gran calma.

27. Ellos no lo podían creer y decían: —¿Quién es este hombre que hasta el viento y las olas lo obedecen?

28. Cuando Jesús llegó a la otra orilla del lago, a la región de los gadarenos, se le acercaron de entre las tumbas dos hombres poseídos por demonios. Vivían allí y eran muy violentos, por lo que nadie podía pasar por ahí.

29. De pronto ellos gritaron: —¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido antes de tiempo para castigarnos?

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