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Mateo 8:1-11 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Cuando Jesús bajó de la ladera de la montaña, mucha gente lo seguía.

2. Entonces un leproso se arrodilló delante de él y le dijo: —Señor, si quieres, puedes quitarme esta enfermedad.

3. Jesús extendió la mano, lo tocó y dijo: —Sí quiero. ¡Sana ya! En ese mismo instante se le quitó la lepra.

4. Entonces Jesús le dijo: —Mira, no se lo cuentes a nadie. Ve y preséntate ante el sacerdote y da la ofrenda que Moisés ordenó. Esto servirá para que la gente compruebe que has sido sanado.

5. Cuando Jesús entró en Capernaúm, se le acercó un capitán romano para pedirle ayuda.

6. El capitán le dijo: —Señor, mi siervo está en cama, no se puede mover y tiene un dolor terrible.

7. Entonces Jesús le dijo: —Iré a sanarlo.

8. El capitán le contestó: —Señor, no merezco que vayas a mi casa, pero tan sólo da la orden y mi siervo quedará sanado.

9. Porque yo estoy bajo la autoridad de mis superiores y a la vez tengo a muchos soldados bajo mi autoridad. Si le digo a un soldado: “Ve”, él va. Si le digo a otro: “Ven”, él viene. Y si le digo a mi siervo: “Haz esto”, él lo hace.

10. Cuando Jesús escuchó esto, se admiró mucho y les dijo a los que lo seguían: —Les digo la verdad: nunca he visto en Israel a nadie con tanta fe.

11. Además les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente y en el reino de Dios participarán en un banquete con Abraham, Isaac y Jacob.

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