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Mateo 27:38-49 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

38. Ese mismo día dos ladrones fueron crucificados con Jesús, uno a su derecha y otro a su izquierda.

39. La gente que pasaba lo insultaba, meneando la cabeza

40. y diciendo: —Tú que ibas a destruir el templo y reconstruirlo en tres días, ¡sálvate a ti mismo! Si eres el Hijo de Dios, entonces bájate de esa cruz.

41. También los jefes de los sacerdotes junto con los maestros de la ley y los ancianos líderes se burlaban de él, diciendo:

42. —Salvó a otros, pero no se puede salvar a sí mismo. Si es rey de Israel, que baje de la cruz ahora mismo, y entonces creeremos en él.

43. Como confía en Dios, dejemos que Dios lo rescate si es que lo quiere de verdad. Después de todo, él dijo: “Yo soy el Hijo de Dios”.

44. Los ladrones que estaban crucificados junto a él, también lo insultaban.

45. Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, toda la tierra quedó sumida en oscuridad.

46. A eso de las tres, Jesús gritó fuerte: «Elí, Elí, ¿lama sabactani?» que significa: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?»

47. Algunos de los que estaban allí lo oyeron y decían: —¡Está llamando a Elías!

48. Entonces inmediatamente uno de ellos corrió y tomó una esponja. La empapó en vinagre, la puso en un palo y se la ofreció a Jesús para que bebiera.

49. Pero los demás seguían diciendo: —Déjenlo, vamos a ver si Elías viene a salvarlo.

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