25. Así que los pongo sobreaviso.
26. »Por eso si ellos les dicen: “¡Miren, el Mesías está en el desierto!” No vayan. No les crean si les dicen: “¡Miren, él está escondido adentro, en un cuarto!”
27. Porque como se observa un rayo resplandecer en el cielo de oriente a occidente, así será la venida del Hijo del hombre.
28. Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.
29. »Inmediatamente después de esos días terribles: “El sol se oscurecerá, la luna no iluminará más, las estrellas caerán y los cuerpos celestes temblarán”.
30. »En esos días, la señal del Hijo del hombre se verá en el cielo. Entonces todas las familias de la tierra llorarán y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.
31. Enviará a sus ángeles con una gran trompeta y reunirán a sus elegidos de los cuatro puntos cardinales, de un extremo a otro del cielo.
32. »Aprendan la lección de la higuera: Tan pronto como sus ramas se vuelven tiernas y sus hojas se abren, ustedes saben que se acerca el verano.
33. Así también, cuando vean suceder todo esto, sabrán que el tiempo está cerca, a la puerta.
34. Les digo la verdad: todo esto sucederá antes de que muera esta generación.
35. El cielo y la tierra no durarán para siempre, pero mis palabras sí.
36. »Nadie sabe cuándo será el día o la hora, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo mismo. Solamente lo sabe el Padre.