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Mateo 22:29-46 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

29. Jesús les contestó: —Ustedes están equivocados porque no saben lo que dicen las Escrituras ni conocen el poder de Dios.

30. Cuando la gente resucite, no se casará, sino que todos serán como los ángeles del cielo.

31. Además, con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que Dios les dijo a ustedes:

32. “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”? Él no es Dios de muertos, sino de vivos.

33. Al oír la gente esto, quedó admirada de su enseñanza.

34. Cuando los fariseos oyeron que Jesús dejó callados a los saduceos, se reunieron.

35. Uno de ellos, que era experto en la ley, quería tenderle una trampa a Jesús y le preguntó:

36. —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?

37. Jesús le dijo: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”.

38. Este es el primer mandamiento y el más importante.

39. Hay un segundo mandamiento parecido a este: “Ama a tu semejante como te amas a ti mismo”.

40. Toda la ley y los escritos de los profetas dependen de estos dos mandamientos.

41. Estando todavía ahí los fariseos, Jesús les preguntó:

42. —¿Qué piensan ustedes sobre el Mesías? ¿De quién es hijo? Ellos respondieron: —De David.

43. Jesús les preguntó: —Entonces, ¿cómo es que David, inspirado por el Espíritu Santo, le llamaba: “Señor”? Porque David dijo:

44. “El Señor Dios le dijo a mi Señor: Siéntate a mi derecha, y yo pondré a tus enemigos bajo tu poder”.

45. Entonces si David llama al Mesías “Señor”, ¿cómo puede él ser su hijo?

46. Pero nadie pudo contestarle y desde ese día nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

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