Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 17:17-27 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

17. Cuando Jesús escuchó esto, dijo: —¡Partida de incrédulos y pervertidos! ¿Cuánto tiempo más tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho para acá.

18. Entonces Jesús le ordenó al demonio que saliera y el muchacho quedó sano desde ese día.

19. Después los seguidores se acercaron a Jesús y le preguntaron en privado: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?

20. Jesús les dijo: —Eso fue porque ustedes tienen muy poca fe. Les digo la verdad: si su fe fuera tan sólo como un grano de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí para allá”, y esta se movería. Nada les sería imposible.

22. Cuando Jesús volvió con sus seguidores a Galilea, les dijo: —El Hijo del hombre está a punto de ser entregado en manos de los hombres

23. que lo van a matar; pero al tercer día, resucitará. Los seguidores se pusieron muy tristes.

24. Cuando Jesús y sus seguidores entraron al pueblo de Capernaúm, se le acercaron a Pedro unos hombres que recaudaban el impuesto del templo y le preguntaron: —¿Tu maestro no paga el impuesto del templo?

25. Pedro les respondió que sí y entró a la casa. Antes de que Pedro dijera algo, Jesús dijo: —¿Tú qué piensas, Simón? ¿De quién recogen los impuestos los reyes de la tierra? ¿Acaso los recogen de sus hijos o de los que no son de la familia?

26. Pedro le respondió: —Los que pagan los impuestos son los hijos de la otra gente. Entonces Jesús le dijo: —Es decir, que los hijos del rey no pagan impuestos.

27. Pero, como nosotros no queremos que armen un escándalo, ve al lago y pesca con anzuelo. Ábrele la boca al primer pescado que pesques, y allí encontrarás una moneda. Llévala y dásela a los que cobran impuestos. Ese dinero pagará tu impuesto y el mío.

Leer capítulo completo Mateo 17