20. Eso es lo que vuelve impuro a alguien y no el hecho de que no se lave las manos antes de comer.
21. Jesús salió de allí y se fue a la región de Tiro y de Sidón.
22. Una mujer cananea que vivía en esa región salió y empezó a gritar: —¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! ¡Mi hija está poseída por un demonio que la atormenta terriblemente!
23. Jesús no le decía nada. Entonces los seguidores se acercaron a él y le rogaron: —Por favor, dile que se vaya porque viene gritando detrás de nosotros.