24. El bote ya estaba bien lejos de la orilla, y las olas lo golpeaban con dureza, porque soplaba un viento muy fuerte en su contra.
25. A la madrugada, Jesús llegó caminando sobre el agua.
26. Cuando sus seguidores lo vieron caminando sobre el agua, se asustaron mucho y gritaban de miedo: —¡Es un fantasma!
27. Pero Jesús inmediatamente les dijo: —¡Tranquilos, soy yo! No tengan miedo.