41. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles y ellos van a juntar a todos los perversos y a los que hacían pecar a los demás y los expulsará de su reino.
42. Los echarán al horno encendido donde gritarán y crujirán los dientes de dolor.
43. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. ¡Oigan bien lo que les digo!
44. »El reino de Dios es como un tesoro escondido en un campo. Un día, un hombre encontró el tesoro y lo escondió allí otra vez. Estaba tan feliz que fue y vendió todo lo que tenía y compró ese terreno.