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Marcos 9:27-41 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

27. Pero Jesús lo tomó de la mano y lo ayudó a ponerse de pie. El muchacho se levantó sin problemas.

28. Cuando Jesús entró en casa y estaba solo, sus seguidores le preguntaron en privado: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?

29. Jesús les dijo: —Esa clase de demonios sólo se pueden expulsar por medio de la oración.

30. Jesús y los seguidores salieron de allí y caminaron por toda la región de Galilea. Él no quería que la gente supiera dónde estaba.

31. Quería dedicarse a enseñarles a sus seguidores y les dijo: «El Hijo del hombre está a punto de ser entregado en manos de los hombres que lo van a matar; pero al tercer día, resucitará».

32. Pero ellos no entendieron esas palabras y les dio miedo preguntarle qué quería decir.

33. Después llegaron al pueblo de Capernaúm. Cuando ya estaban en la casa, Jesús les preguntó a sus seguidores: —¿De qué hablaban ustedes en el camino?

34. Pero ellos se quedaron en silencio porque en el camino estaban discutiendo sobre quién era el más importante.

35. Jesús se sentó, reunió a los doce y les dijo: —Si alguno quiere ser el número uno, entonces debe ocupar el último lugar y servir a todos.

36. Luego Jesús tomó a un niñito, lo puso frente a ellos y levantándolo en sus brazos, les dijo:

37. —El que recibe a uno de estos niños en mi nombre, también me recibe a mí. El que me recibe a mí, también recibe al que me envió.

38. Juan le dijo: —Maestro, vimos a alguien expulsando demonios en tu nombre y tratamos de impedírselo porque no era uno de nosotros.

39. Pero Jesús dijo: —Nadie que haga un milagro en mi nombre va a ponerse después hablar mal de mí.

40. El que no está en contra nuestra, está con nosotros.

41. La verdad es que si alguien les da un vaso de agua porque ustedes son del Mesías, tendrá su recompensa.

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