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Marcos 8:10-28 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

10. Luego Jesús subió al bote con sus seguidores y se fueron hacia la región de Dalmanuta.

11. Los fariseos llegaron y empezaron a discutir con Jesús. Para ponerlo a prueba le pidieron que hiciera un milagro para demostrar que era enviado de Dios.

12. Jesús suspiró profundamente, muy molesto, y dijo: —¿Por qué pide esta generación una señal milagrosa? Les digo la verdad: no van a recibir ningún milagro.

13. Entonces Jesús se alejó, subió otra vez al bote y se fue al otro lado del lago.

14. Los seguidores se olvidaron de llevar alimentos, no tenían más que un pan.

15. Jesús les advirtió: —¡Tengan cuidado! Protéjanse de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.

16. Entonces empezaron a decir entre ellos que no tenían pan.

17. Jesús sabía de lo que estaban hablando y les preguntó: —¿Por qué dicen que no tienen pan? ¿Todavía no han entendido ni se han dado cuenta? ¿Son así de brutos?

18. ¿Tienen ojos y no pueden ver? ¿Tienen oídos y no pueden oír? ¿Acaso no se acuerdan de los milagros?

19. Cuando partí los cinco panes para alimentar a los cinco mil, ¿recuerdan cuántas canastas con pedazos de sobra recogieron? —Doce —respondieron ellos.

20. —Y cuando partí los siete panes para los cuatro mil, ¿recuerdan cuántas canastas con pedazos de sobra recogieron? —Siete —respondieron.

21. Luego Jesús les dijo: —¿Y aún así no entienden?

22. Cuando llegaron a Betsaida, le trajeron a un ciego y le pidieron a Jesús que lo tocara.

23. Jesús tomó al hombre de la mano y lo llevó hasta las afueras del pueblo. Allí, escupió saliva en los ojos del ciego, lo tocó y le preguntó: —¿Puedes ver algo?

24. El hombre levantó la mirada y dijo: —Veo a la gente como árboles caminando.

25. Entonces Jesús volvió a poner sus manos en los ojos del ciego. Luego el hombre abrió bien los ojos y pudo ver todo con claridad. Había recobrado la vista.

26. Jesús mandó al hombre a su casa y le dijo: —No entres al pueblo.

27. Jesús y sus seguidores se fueron a los pueblos de la región de Cesarea de Filipo. Cuando iban por el camino, Jesús les preguntó a sus seguidores: —¿Quién dice la gente que soy yo?

28. Ellos contestaron: —Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que uno de los profetas.

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