Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Marcos 5:3-22 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

3. donde vivía. Ni siquiera con cadenas lo podían sujetar.

4. Varias veces le habían encadenado las manos y le habían puesto hierros en los pies, pero el hombre rompía las cadenas y destrozaba los hierros. Nadie podía controlarlo.

5. Vagaba por las colinas y las cuevas de día y de noche, siempre gritando y cortándose con piedras.

6. Cuando el hombre vio a Jesús a lo lejos, fue a él corriendo, se postró ante él

7. y gritando muy fuerte le dijo: —¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? En el nombre de Dios, te suplico que no me atormentes.

8. El hombre gritaba así porque Jesús le había dicho: «¡Espíritu maligno, sal de ese hombre!»

9. Después Jesús le preguntó: —¿Cuál es tu nombre? Él contestó: —Mi nombre es Legión porque somos muchos.

10. Le rogaba repetidas veces a Jesús que no lo mandara fuera de esa región.

11. Como en un cerro cerca de allí había muchos cerdos comiendo,

12. los espíritus le suplicaban: —¡Mándanos a esos cerdos y déjanos entrar en ellos!

13. Jesús les permitió hacerlo, y los espíritus malignos salieron del hombre y entraron en los cerdos, que eran como dos mil. Los cerdos corrieron pendiente abajo por el barranco, cayeron en el lago y se ahogaron.

14. Los encargados de cuidar los cerdos salieron huyendo a contar en el pueblo y en el campo lo que había pasado. Entonces vinieron a ver qué había sucedido.

15. Se acercaron a Jesús y vieron al hombre que había tenido los demonios, sentado, vestido y en su sano juicio. La gente se asustó. Sabían que ese hombre había tenido una legión de espíritus malignos.

16. Pero los que vieron lo sucedido les explicaron a los demás cómo había sido sanado el hombre que tenía demonios y lo que había pasado con los cerdos.

17. Entonces la gente comenzó a pedirle a Jesús que se fuera de esa región.

18. Cuando Jesús estaba por partir en el bote, el hombre que había tenido los demonios le rogaba que le permitiera acompañarlo.

19. Pero Jesús no se lo permitió y le dijo: —Ve a tu casa y cuéntale a tu gente lo que el Señor ha hecho por ti, y cómo te ha tenido compasión.

20. Así que el hombre se fue a la región de Decápolis a contarles a todos lo mucho que Jesús había hecho por él. Toda la gente estaba muy asombrada.

21. Cuando Jesús volvió a la otra orilla del lago en el bote, mucha gente se reunió junto a él a la orilla del lago.

22. Llegó uno de los dirigentes de la sinagoga que se llamaba Jairo. Cuando vio a Jesús, se arrodilló ante él y

Leer capítulo completo Marcos 5