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Marcos 5:24-36 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

24. Jesús se fue con él y mucha gente lo siguió. La gente apretujaba a Jesús por todos lados.

25. Había allí una mujer que llevaba doce años sufriendo de flujos de sangre.

26. Había sufrido mucho bajo el cuidado de varios médicos y había gastado todo lo que tenía sin ninguna mejoría. De hecho, cada vez se ponía peor.

27. La mujer oyó hablar de Jesús. Pasó en medio de la gente hasta llegar a Jesús por detrás y le tocó su manto.

28. Ella pensaba: «Si sólo puedo tocar su manto, quedaré sana».

29. Apenas lo tocó, la mujer dejó de sangrar. Sintió que su cuerpo había quedado sanado de la enfermedad.

30. En ese momento Jesús se dio cuenta de que había salido poder de él. Se detuvo, dio vuelta y preguntó: —¿Quién me tocó el manto?

31. Los seguidores le dijeron: —Hay tanta gente empujando y tú preguntas: “¿Quién me tocó?”

32. Pero Jesús siguió mirando para saber quién había sido.

33. La mujer sabía que había sanado. Así que se acercó y se arrodilló a sus pies. Ella estaba temblando de miedo y le contó toda la verdad.

34. Luego, Jesús le dijo: —Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz y sin ninguna enfermedad.

35. Cuando Jesús estaba todavía hablando, llegaron mensajeros desde la casa del dirigente de la sinagoga y le dijeron: —Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas más al maestro?

36. Pero Jesús no les hizo caso y le dijo al dirigente de la sinagoga: —No tengas miedo; sólo cree.

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