1. Jesús y sus seguidores llegaron a la otra orilla del lago, a la región de los gerasenos.
2. Apenas salió Jesús del bote, llegó a recibirlo un hombre que tenía un espíritu maligno. Venía de las tumbas,
3. donde vivía. Ni siquiera con cadenas lo podían sujetar.
4. Varias veces le habían encadenado las manos y le habían puesto hierros en los pies, pero el hombre rompía las cadenas y destrozaba los hierros. Nadie podía controlarlo.
5. Vagaba por las colinas y las cuevas de día y de noche, siempre gritando y cortándose con piedras.
6. Cuando el hombre vio a Jesús a lo lejos, fue a él corriendo, se postró ante él
7. y gritando muy fuerte le dijo: —¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? En el nombre de Dios, te suplico que no me atormentes.
8. El hombre gritaba así porque Jesús le había dicho: «¡Espíritu maligno, sal de ese hombre!»
9. Después Jesús le preguntó: —¿Cuál es tu nombre? Él contestó: —Mi nombre es Legión porque somos muchos.
10. Le rogaba repetidas veces a Jesús que no lo mandara fuera de esa región.