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Marcos 3:22-35 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

22. Los maestros de la ley que venían de Jerusalén decían: «¡Beelzebú está con él! Él expulsa a los demonios por el poder del jefe de los demonios».

23. Entonces Jesús llamó a la gente y empezó a hablarles con ejemplos: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?

24. Si un reino se divide contra sí mismo, no podrá sobrevivir.

25. Así mismo, una familia que se divide contra sí misma, tampoco podrá sobrevivir.

26. Entonces, si Satanás está contra sí mismo y se divide, no podrá sobrevivir y habrá llegado a su fin.

27. »Nadie puede entrar a la casa de un hombre fuerte y robar sus pertenencias así nada más. Primero hay que atar al hombre fuerte y luego sí robar su casa.

28. »Les digo la verdad: Dios le perdonará a la gente cualquier pecado, incluso a quien reniegue de él,

29. pero jamás perdonará a quien se atreva a renegar del Espíritu Santo. El que lo haga será culpable para siempre de ese pecado».

30. Dijo esto porque los maestros de la ley lo acusaban de tener un espíritu maligno.

31. Luego llegaron la mamá y los hermanos de Jesús, se quedaron afuera y mandaron a alguien para que lo llamara.

32. La multitud estaba sentada a su alrededor y le dijeron: —¡Oye! Tu mamá, tus hermanos y tus hermanas te están buscando afuera.

33. Y Jesús respondió: —¿Quiénes son mi mamá y mis hermanos?

34. Y mirando a todos los que estaban sentados a su alrededor dijo: —¡Aquí están mi mamá y mis hermanos!

35. Pues el que haga lo que Dios quiere, ese es mi hermano, mi hermana y mi mamá.

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