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Marcos 3:1-11 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Jesús entró de nuevo en la sinagoga y allí estaba un hombre que tenía una mano paralizada.

2. Unos lo observaban con atención para ver si Jesús iba a sanar al enfermo en un día de descanso. Estaban buscando algo de qué acusarlo.

3. Jesús le dijo al hombre que tenía la mano paralizada: —Levántate y ponte frente a todos.

4. Luego Jesús les dijo: —¿Qué se debe hacer en el día de descanso, el bien o el mal, salvar una vida o destruirla? Pero ellos seguían en silencio.

5. Entonces Jesús los miró con enojo y a la vez con mucha tristeza porque eran muy tercos. Luego, Jesús le dijo al hombre: —Extiende la mano. El hombre la extendió y la mano quedó sana.

6. Inmediatamente los fariseos se fueron y empezaron a hacer planes con los herodianos para matar a Jesús.

7. Jesús salió con sus seguidores hacia el lago Galilea y una gran multitud los siguió.

8. La gente venía de Galilea, de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del oriente del Jordán y de la región de Tiro y de Sidón. Todos iban a ver a Jesús porque habían oído del bien que estaba haciendo.

9. Como Jesús vio que había tanta gente, les pidió a sus seguidores que le consiguieran un bote pequeño. Jesús quería el bote para que la multitud no se amontonara sobre él.

10. Él había sanado a mucha gente. Por eso todos los enfermos se empujaban unos a otros para poder llegar hasta Jesús y tocarlo.

11. Cuando los espíritus malignos que algunos tenían veían a Jesús, se arrodillaban ante él y gritaban con fuerza: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»

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