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Marcos 14:34-43 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

34. Les dijo: —¡Mi tristeza es tan grande que me siento morir! Quédense aquí y manténganse despiertos.

35. Caminó un poco, se postró rostro en tierra y oró que, de ser posible, no tuviera que pasar por ese momento difícil,

36. diciendo: «Abba, Padre, para ti todo es posible. Líbrame de esta copa, pero no hagas lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».

37. Luego Jesús regresó, los encontró durmiendo y le dijo a Pedro: —¿Simón, estás dormido? ¿No pudiste estar despierto por una hora?

38. Permanezcan alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, pero el cuerpo es débil.

39. De nuevo Jesús se alejó para orar y dijo las mismas palabras.

40. Luego regresó a donde estaban los seguidores y los encontró durmiendo porque sus ojos se les cerraban de tanto sueño. No supieron qué responderle.

41. Jesús salió a orar y regresó por tercera vez, y les dijo: —¿Todavía están durmiendo y descansando? ¡Ya basta! Ha llegado el momento en que el Hijo del hombre será entregado en manos de pecadores.

42. ¡Levántense y vámonos! ¡Miren, aquí viene el que me va a traicionar!

43. Mientras Jesús todavía estaba hablando, apareció de repente Judas, uno de los doce. Junto con él había mucha gente armada con espadas y garrotes. Todos ellos habían sido enviados por los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos líderes.

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