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Marcos 14:24-43 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

24. y dijo: —Esto es mi sangre que establece el nuevo pacto, la cual es derramada por muchos.

25. Les digo la verdad: no volveré a beber vino hasta el día en que beba vino nuevo en el reino de Dios.

26. Después cantaron una canción de alabanza y se fueron al monte de los Olivos.

27. Allí Jesús les dijo: —Todos ustedes perderán la fe, porque así está escrito: “Mataré al pastor y todas las ovejas serán dispersadas”.

28. Pero después de que yo resucite, iré delante de ustedes a Galilea.

29. Pedro le dijo: —Aunque todos los demás pierdan la fe, yo no perderé mi fe.

30. Jesús le respondió: —Te digo la verdad: hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante por la segunda vez, me negarás tres veces.

31. Pero Pedro insistió: —Aun si tengo que morir contigo, no te negaré. Y todos los demás decían lo mismo.

32. Después fueron a un lugar llamado Getsemaní, y Jesús les dijo a sus seguidores: —Siéntense aquí mientras voy a orar.

33. Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan. Comenzó a sentirse afligido y a angustiarse mucho.

34. Les dijo: —¡Mi tristeza es tan grande que me siento morir! Quédense aquí y manténganse despiertos.

35. Caminó un poco, se postró rostro en tierra y oró que, de ser posible, no tuviera que pasar por ese momento difícil,

36. diciendo: «Abba, Padre, para ti todo es posible. Líbrame de esta copa, pero no hagas lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».

37. Luego Jesús regresó, los encontró durmiendo y le dijo a Pedro: —¿Simón, estás dormido? ¿No pudiste estar despierto por una hora?

38. Permanezcan alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto a hacer lo correcto, pero el cuerpo es débil.

39. De nuevo Jesús se alejó para orar y dijo las mismas palabras.

40. Luego regresó a donde estaban los seguidores y los encontró durmiendo porque sus ojos se les cerraban de tanto sueño. No supieron qué responderle.

41. Jesús salió a orar y regresó por tercera vez, y les dijo: —¿Todavía están durmiendo y descansando? ¡Ya basta! Ha llegado el momento en que el Hijo del hombre será entregado en manos de pecadores.

42. ¡Levántense y vámonos! ¡Miren, aquí viene el que me va a traicionar!

43. Mientras Jesús todavía estaba hablando, apareció de repente Judas, uno de los doce. Junto con él había mucha gente armada con espadas y garrotes. Todos ellos habían sido enviados por los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos líderes.

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