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Lucas 9:33-43 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

33. Cuando Moisés y Elías se iban, Pedro, sin saber lo que decía, le dijo a Jesús: —Maestro, qué bueno que estemos aquí. Permítenos hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

34. Pero mientras decía esto, una nube llegó y los envolvió. Los seguidores estaban muy asustados cuando entraron en la nube.

35. Entonces salió de la nube una voz que decía: «Este es mi Hijo, mi elegido. ¡Escúchenlo!»

36. Después de que se dejó de oír la voz, Jesús quedó solo. Pedro, Juan y Santiago guardaron silencio. Por un tiempo no le dijeron a nadie lo que habían visto.

37. Al día siguiente bajaron de la montaña y mucha gente salió al encuentro de Jesús.

38. Justo en ese momento, un hombre de la multitud gritó: —Maestro, te ruego que veas a mi único hijo, porque

39. un espíritu se apodera de él. De repente grita, luego lo tira al suelo y le sale espuma por la boca. El espíritu lo sigue atormentando y lo deja rendido.

40. Les rogué a tus seguidores que expulsaran al espíritu, pero no pudieron.

41. Cuando Jesús escuchó esto, dijo: —¡Partida de incrédulos y pervertidos! ¿Cuánto tiempo más tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Entonces Jesús le dijo: —Trae a tu hijo aquí.

42. Cuando el muchacho se acercaba, el demonio lo tiró al suelo y lo hizo convulsionar. Pero Jesús reprendió al espíritu maligno, sanó al muchacho y lo regresó a su papá.

43. Toda la gente estaba asombrada por el gran poder de Dios. Mientras toda la gente estaba asombrada de lo que Jesús había hecho, él les dijo a sus seguidores:

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