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Lucas 8:20-30 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

20. Entonces alguien le avisó: —Tu mamá y tus hermanos están esperando afuera y quieren verte.

21. Pero Jesús les respondió: —Mi mamá y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la obedecen.

22. Un día, Jesús subió a un bote con sus seguidores y les dijo: —Crucemos al otro lado del lago. Así que partieron,

23. y mientras iban en el bote, Jesús se quedó dormido. Se desató una tormenta de viento sobre el lago, y el bote estaba en peligro de hundirse.

24. Entonces despertaron a Jesús y le dijeron: —¡Maestro, Maestro, vamos a ahogarnos! Jesús se levantó y regañó al viento y a las olas. Entonces cesaron y todo quedó en gran calma.

25. Entonces Jesús les dijo: —¿Dónde está su fe? Pero ellos estaban asombrados y asustados y se decían unos a otros: —¿Quién es este que hasta el viento y las olas obedecen sus órdenes?

26. Entonces navegaron al otro lado del lago a la región donde vivían los gerasenos, frente a Galilea.

27. Cuando Jesús bajó a tierra, se encontró con un hombre que venía del pueblo. El hombre estaba poseído por unos demonios. Hacía mucho tiempo que andaba desnudo y no vivía en ninguna casa, sino entre las tumbas.

28. Cuando el hombre vio a Jesús, cayó ante él, gritando muy fuerte: —¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te suplico que no me atormentes.

29. Es que Jesús ordenaba al espíritu maligno que saliera del hombre. Muchas veces se había apoderado de él y a veces terminaba en la cárcel encadenado de pies y manos, pero el hombre siempre rompía las cadenas. El demonio lo hacía vagar por lugares solitarios.

30. Entonces Jesús le preguntó: —¿Cómo te llamas? Él contestó: —Legión. Dijo esto porque muchos demonios habían entrado en él.

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