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Lucas 5:24-36 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

24. y así sucede, entonces quedará comprobado que el Hijo del hombre tiene en la tierra el poder de perdonar pecados. Así que Jesús le dijo al paralítico: —A ti te digo: ¡levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa!

25. De inmediato el hombre se levantó delante de todos, recogió su camilla y se fue a su casa alabando a Dios.

26. Todos estaban asombrados y alababan a Dios. Estaban llenos de miedo y dijeron: —¡Hoy hemos visto cosas increíbles!

27. Después de esto, Jesús salió y vio a un cobrador de impuestos llamado Leví, sentado en el lugar donde se pagaban los impuestos. Jesús le dijo: —Sígueme.

28. Dejándolo todo, se levantó y lo siguió.

29. Luego Leví hizo una gran fiesta para Jesús en su casa. Muchos cobradores de impuestos y otros estaban comiendo con ellos.

30. Los fariseos y los maestros de la ley se quejaron con los seguidores de Jesús: —¿Por qué beben y comen con cobradores de impuestos y pecadores?

31. Jesús les respondió: —Los sanos no necesitan médico, los enfermos sí.

32. Yo no he venido a invitar a los buenos a que me sigan, sino a decirles a los pecadores que cambien su manera de pensar y de vivir.

33. Le dijeron a Jesús: —Los seguidores de Juan ayunan y oran con frecuencia al igual que los seguidores de los fariseos. En cambio, tus seguidores siempre están comiendo y bebiendo.

34. Jesús les contestó: —Cuando hay una boda, no se puede exigir que los amigos del novio ayunen mientras él está con ellos.

35. Pero llegará el día en que se llevarán al novio y entonces en ese tiempo ayunarán.

36. También les contó una historia: —Nadie quita un retazo de un vestido nuevo para arreglar uno viejo, porque echa a perder el vestido nuevo, y el retazo nuevo no queda bien con el vestido viejo.

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