15. Jesús comenzó a enseñar en sus sinagogas, y todos lo honraban.
16. Entonces Jesús regresó a Nazaret, el pueblo donde había crecido. Como de costumbre, fue a la sinagoga en el día de descanso y se puso de pie para leer las Escrituras.
17. Le dieron el libro del profeta Isaías, lo abrió y encontró la parte donde está escrito:
18. «El Señor ha puesto su Espíritu en mí, porque me eligió para anunciar las buenas noticias a los pobres. Me envió a contarles a los prisioneros que serán liberados. A contarles a los ciegos que verán de nuevo, y a liberar a los oprimidos;