4. Esto estaba de acuerdo con lo que había escrito el profeta Isaías: «Alguien grita en el desierto: “¡Preparen el camino para el Señor; háganle caminos derechos!
5. Todo valle será llenado, toda montaña y colina será allanada. Las sendas torcidas serán enderezadas, y los caminos escabrosos serán alisados.
6. Todo el mundo verá la salvación que viene de Dios”».
7. Cuando la multitud venía para que Juan los bautizara, él les decía: «¡Partida de víboras! ¿Quién les advirtió que escaparan de la ira de Dios que está por venir?
8. Vivan de tal manera que demuestre que realmente han cambiado. Y no me vengan con que “Abraham es nuestro antepasado”, porque les aseguro que Dios puede convertir hasta estas piedras en descendientes de Abraham.
9. Y ya también el hacha está lista para cortar los árboles de raíz. Por tanto, todo árbol que no produzca buenos frutos será cortado y echado al fuego para que se queme».
10. La multitud le preguntó: —¿Entonces qué debemos hacer?
11. Juan les contestó: —El que tenga dos mantos que le dé uno al que no tiene y el que tenga comida que la comparta.
12. Algunos cobradores de impuestos vinieron también a bautizarse y le dijeron a Juan: —¿Maestro, qué debemos hacer?
13. Él les dijo: —No cobren más de lo debido.
14. Algunos soldados también le preguntaron: —¿Y qué debemos hacer nosotros? Él les dijo: —No estafen ni chantajeen a nadie y confórmense con su salario.