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Lucas 23:1-28 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Entonces todo el grupo se levantó y llevaron a Jesús ante Pilato.

2. Empezaron a acusar a Jesús, diciendo: —Arrestamos a este hombre porque está inquietando a nuestro pueblo. Él dice que no se deben pagar impuestos al emperador y que él es el Mesías, un rey.

3. Pilato le preguntó a Jesús: —¿Eres el rey de los judíos? Y él le respondió: —Tú lo has dicho.

4. Entonces Pilato les dijo a los jefes de los sacerdotes y a la gente: —No encuentro ningún delito en este hombre.

5. Pero ellos insistían: —Alborota al pueblo con sus enseñanzas por toda Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí.

6. Cuando Pilato escuchó esto, preguntó si era de Galilea.

7. Al enterarse de que Jesús estaba bajo la autoridad de Herodes, se lo mandó a él, pues en esos días Herodes también estaba en Jerusalén.

8. Cuando Herodes vio a Jesús, se puso muy contento porque había oído mucho de él y quería conocerlo desde hacía mucho tiempo. Esperaba verlo hacer algún milagro.

9. Herodes le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió ninguna.

10. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley estaban allí, acusándolo con insistencia.

11. Herodes y sus soldados lo trataban con desprecio. Burlándose de él, le pusieron ropa lujosa y lo enviaron de nuevo a Pilato.

12. Antes Herodes y Pilato habían sido enemigos, pero desde ese día se hicieron amigos.

13. Pilato llamó a los jefes de los sacerdotes, a los líderes y al pueblo,

14. y les dijo: —Ustedes me trajeron a este hombre de quien dicen estaba inquietando al pueblo, pero lo juzgué delante de todos ustedes y no lo encontré culpable de ninguno de los delitos de que lo acusan.

15. Ni tampoco Herodes porque nos lo envió de vuelta. Miren, no ha hecho nada que merezca la muerte.

16. Entonces, después de azotarlo un poco, lo dejaré ir.

18. Pero todos ellos gritaron a una voz: —¡Mátenlo! ¡Dejen libre a Barrabás!

19. Barrabás estaba en la cárcel por haber empezado una revuelta en la ciudad y por asesinato.

20. Pilato quería dejar en libertad a Jesús, así que les dijo otra vez que lo iba a dejar ir.

21. Pero ellos siguieron gritando: —¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!

22. Por tercera vez Pilato le dijo a la gente: —¿Por qué? ¿Qué ha hecho de malo este hombre? Él no es culpable. No encuentro ninguna razón para matarlo; por eso lo soltaré después de azotarlo.

23. Pero ellos seguían gritando. Todos exigían que lo crucificaran. Tanto gritaron que

24. Pilato decidió hacer lo que pedían.

25. Pilato dejó libre a Barrabás, el hombre que había sido puesto en la cárcel por rebelión y asesinato, y les entregó a Jesús para que hicieran con él lo que quisieran.

26. Cuando los soldados se llevaban a Jesús, agarraron a un tal Simón, de la ciudad de Cirene, que venía del campo, lo obligaron a cargar la cruz y a llevarla detrás de Jesús.

27. Mucha gente seguía a Jesús, incluso algunas mujeres, las cuales lloraban y se lamentaban por él.

28. Jesús se dio vuelta y les dijo: —Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí. Más bien lloren por ustedes y por sus hijos.

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