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Lucas 10:6-23 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

6. Si allí vive alguien de paz, la bendición de paz de ustedes se quedará con él. Pero si no, la bendición regresará a ustedes.

7. Quédense en esa casa, coman y beban lo que ellos les ofrezcan, porque los que trabajan merecen recibir su sustento. No vayan de casa en casa.

8. »Cuando lleguen a un pueblo donde sean bienvenidos, coman lo que les ofrezcan.

9. Sanen a los enfermos de ese pueblo y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes”.

10. Pero cuando lleguen a un pueblo donde no sean bienvenidos, salgan a las calles y digan:

11. “¡Sacudimos contra ustedes hasta el polvo de su pueblo que se pegó en nuestros pies. Pero tengan por seguro que el reino de Dios ya está cerca!”

12. Les digo que en el día del juicio final, le irá mejor a Sodoma que a la gente de ese pueblo.

13. »¡Pobre de ti, Corazín! ¡Pobre de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, ellos hace mucho tiempo que se habrían puesto ropa áspera y echado ceniza en la cabeza para mostrar dolor por sus pecados.

14. Pero en el día del juicio les irá mejor a Tiro y a Sidón que a ustedes.

15. Y tú Capernaúm, ¿de verdad piensas que serás elevada hasta el cielo? Pues no, sino que bajarás hasta el infierno.

16. »El que los escuche a ustedes, me escucha a mí; el que los rechace, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió».

17. Los setenta y dos elegidos regresaron muy felices y dijeron: —Señor, ¡hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!

18. Entonces Jesús les dijo: —Vi a Satanás caer del cielo como un relámpago.

19. Tengan la seguridad de que les he dado autoridad de aplastar escorpiones y serpientes, y autoridad sobre todo el poder del enemigo. Nada les hará daño.

20. Pero no se alegren tanto de dominar a los espíritus, sino de que sus nombres están escritos en el cielo.

21. En ese momento, Jesús, lleno de alegría del Espíritu Santo, dijo: «Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y se las has revelado a estos que son como niños. Sí Padre, porque así te agradó.

22. »Mi Padre me ha dado todo. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo».

23. Dándose vuelta hacia sus seguidores, les dijo en privado: «Afortunados los ojos que ven lo que ustedes ven.

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