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Juan 9:12-32 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

12. Ellos le preguntaron: —¿Dónde está ese hombre? Él contestó: —No sé.

13. Llevaron al hombre que había sido ciego a los fariseos.

14. Jesús había hecho barro y lo había puesto en los ojos del ciego en un día de descanso.

15. Entonces los fariseos le preguntaron al hombre: —¿Cómo es que puedes ver? Él les respondió: —Me puso barro en los ojos. Yo me lavé, y ahora puedo ver.

16. Algunos de los fariseos dijeron: «Ese hombre no es de Dios porque no respeta el día de descanso». Otros decían: «¿Pero cómo es que un hombre pecador puede hacer estas señales milagrosas?» Entonces hubo una discusión entre ellos.

17. Luego le dijeron otra vez al ciego: —¿Tú qué dices sobre él ahora que te dio la vista? El hombre dijo: —Es un profeta.

18. Todavía los líderes judíos no creían que él había sido ciego ni que había recibido la vista. Pero después llamaron a los padres del hombre y

19. les preguntaron: —¿Es este su hijo que ustedes dicen que nació ciego? Entonces, ¿cómo es que ahora puede ver?

20. Sus padres contestaron: —Sabemos que él es nuestro hijo y que nació ciego,

21. pero no sabemos cómo es que ahora ve. Tampoco sabemos quién le dio la vista. Pregúntenle a él, ya está grande y puede hablar por sí mismo.

22. Sus padres dijeron esto porque les tenían miedo a los líderes judíos, quienes se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga a cualquiera que creyera que Jesús era el Mesías.

23. Por eso sus padres dijeron: «Pregúntenle a él, ya está grande y puede hablar por sí mismo».

24. Después, los líderes judíos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: —Da honra a Dios y di la verdad. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.

25. Entonces él respondió: —Yo no sé si es un pecador o no. Lo que sí sé es que yo era ciego y ahora puedo ver.

26. Le preguntaron entonces: —¿Qué te hizo él? ¿Cómo te dio la vista?

27. Él les respondió: —Ya les dije, pero ustedes no lo quieren aceptar. ¿Por qué lo quieren oír otra vez? ¿Es que también quieren hacerse sus seguidores?

28. Entonces lo insultaron y le dijeron: —Tú eres su seguidor, pero nosotros seguimos a Moisés.

29. Sabemos que Dios le habló a Moisés, pero no sabemos ni de dónde viene ese hombre.

30. El hombre les contestó: —¡Eso sí que está raro! Ustedes no saben de dónde salió él, y a mí me dio la vista.

31. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino que escucha a los que lo adoran y hacen lo que él quiere.

32. Nunca hemos escuchado que alguien le dé la vista a un hombre que nació ciego.

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