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Juan 8:13-31 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

13. Entonces los fariseos le dijeron: —Tú estás dando testimonio de ti mismo. Eres el único que dice que eso es verdad. Ese testimonio no es válido.

14. Jesús les contestó: —Aunque yo doy testimonio a mi favor, mi testimonio es válido porque yo sé de dónde vengo y a dónde voy. Ustedes no saben de dónde vengo ni para dónde voy.

15. Ustedes me juzgan como juzgarían a cualquier ser humano. Yo no juzgo a nadie.

16. Y si juzgo, mi juicio es válido porque cuando juzgo no estoy solo, sino que el Padre que me envió está conmigo.

17. En su propia ley está escrito que si dos testigos dicen lo mismo, es válido lo que dicen.

18. Pues yo soy un testigo y hablo de mi parte. El Padre que me envió es mi otro testigo.

19. Entonces le preguntaron: —¿Dónde está tu padre? Jesús contestó: —Ustedes no me conocen a mí, ni a mi Padre. Si me conocieran, también conocerían al Padre.

20. Jesús dijo esto mientras enseñaba en el área del templo, cerca del lugar donde la gente deja sus ofrendas. Pero nadie lo arrestó, porque su hora aún no había llegado.

21. Él les dijo otra vez: —Me voy y ustedes me buscarán, pero morirán con su pecado. No pueden ir a donde yo voy.

22. Entonces los líderes judíos comenzaron a preguntar: —¿Será que se va a suicidar? Puede ser eso, pues él dijo: “No pueden ir a donde yo voy”.

23. Jesús les dijo: —Ustedes son de aquí abajo y yo soy de arriba. Ustedes pertenecen a este mundo y yo no.

24. Les digo entonces que morirán en sus pecados si no creen que Yo Soy. Entonces comenzaron a preguntarle:

25. —¿Quién eres tú? Jesús les contestó: —Soy quien les he estado diciendo desde el comienzo.

26. Podría decirles muchas cosas para juzgarlos, pero yo sólo digo lo que me dice el que me envió, y él dice la verdad.

27. Ellos no sabían que Jesús les estaba hablando sobre el Padre.

28. Entonces les dijo: —Cuando ustedes levanten al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy. Sabrán que no hago nada por mi propia cuenta, y entenderán que yo digo sólo lo que el Padre me enseñó.

29. El que me envió está conmigo y nunca me deja solo, porque siempre hago lo que a él le agrada.

30. Mientras Jesús decía estas cosas, muchos creyeron en él.

31. Luego Jesús empezó a decirles a los judíos que habían creído en él: —Si ustedes siguen obedeciendo mi enseñanza, serán verdaderamente mis seguidores.

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