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Juan 4:20-36 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

20. Nuestros antepasados adoraron a Dios en este monte, pero ustedes los judíos dicen que debe ser adorado en Jerusalén.

21. Jesús le dijo: —Créeme, mujer, que llegará el momento en que ustedes no adorarán al Padre en este monte ni tampoco en Jerusalén.

22. Ustedes adoran algo que no entienden. Nosotros sabemos lo que adoramos porque la salvación viene de los judíos.

23. Pero llegará el momento, y en efecto ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre está buscando gente que lo adore así.

24. Dios es Espíritu, y los que le adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad. La mujer le dijo:

25. —Yo sé que el Mesías va a venir. Cuando venga hablará de todo esto. (El Mesías es el que se llama el Cristo.)

26. Jesús le dijo: —Ese soy yo, el que está hablando contigo.

27. En ese momento regresaron sus seguidores. Estaban muy sorprendidos de que él estuviera hablando con una mujer, pero ninguno le preguntó: «¿Tú qué quieres de ella?» o «¿Por qué estás hablando con ella?»

28. La mujer dejó su cántaro de agua, se fue al pueblo y le dijo a la gente:

29. —¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho! ¿Podría ser este el Mesías?

30. La gente salió del pueblo y fue a donde estaba Jesús.

31. Mientras tanto, los seguidores le rogaban a Jesús: —Maestro, come algo.

32. Pero él les dijo: —Yo tengo una comida que ustedes no conocen.

33. Entonces sus seguidores comenzaron a preguntarse unos a otros: —¿Será que alguien ya le trajo algo de comer?

34. Jesús les dijo: —Mi comida es hacer lo que Dios quiere porque él es quien me envió. Estaré satisfecho cuando termine el trabajo que él me dio.

35. Ustedes dicen: “Hay que esperar cuatro meses más para la cosecha”. Pues miren, yo les digo, levanten los ojos y observen los campos porque ya están listos para la cosecha.

36. El que cosecha recibe su paga. Está reuniendo una cosecha para la vida eterna. Así que tanto el que siembra como el que cosecha sienten alegría.

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