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Juan 4:14-31 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

14. Pero el que beba del agua que yo doy, nunca más tendrá sed. El agua que le daré brotará dentro de él como un manantial que da vida eterna.

15. La mujer le dijo: —Señor dame de esa agua, para que ya jamás tenga sed. Ni siquiera tendré que venir aquí a sacar agua.

16. Él le dijo: —Ve a llamar a tu esposo y vuelve.

17. Ella le contestó: —No tengo esposo. Jesús le dijo: —Así es. Dices la verdad al decir que no tienes esposo.

18. Has tenido cinco maridos y el hombre con quien vives ahora tampoco es tu marido; en eso tienes razón. La mujer contestó:

19. —Señor, me doy cuenta de que eres un profeta.

20. Nuestros antepasados adoraron a Dios en este monte, pero ustedes los judíos dicen que debe ser adorado en Jerusalén.

21. Jesús le dijo: —Créeme, mujer, que llegará el momento en que ustedes no adorarán al Padre en este monte ni tampoco en Jerusalén.

22. Ustedes adoran algo que no entienden. Nosotros sabemos lo que adoramos porque la salvación viene de los judíos.

23. Pero llegará el momento, y en efecto ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre está buscando gente que lo adore así.

24. Dios es Espíritu, y los que le adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad. La mujer le dijo:

25. —Yo sé que el Mesías va a venir. Cuando venga hablará de todo esto. (El Mesías es el que se llama el Cristo.)

26. Jesús le dijo: —Ese soy yo, el que está hablando contigo.

27. En ese momento regresaron sus seguidores. Estaban muy sorprendidos de que él estuviera hablando con una mujer, pero ninguno le preguntó: «¿Tú qué quieres de ella?» o «¿Por qué estás hablando con ella?»

28. La mujer dejó su cántaro de agua, se fue al pueblo y le dijo a la gente:

29. —¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho! ¿Podría ser este el Mesías?

30. La gente salió del pueblo y fue a donde estaba Jesús.

31. Mientras tanto, los seguidores le rogaban a Jesús: —Maestro, come algo.

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