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Juan 18:18-30 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

18. Los siervos y los guardias habían hecho una hoguera con carbón porque hacía mucho frío y se estaban calentando. Pedro también estaba con ellos y se calentaba.

19. Entonces el sumo sacerdote le preguntó a Jesús acerca de sus seguidores y sus enseñanzas.

20. Jesús le contestó: —Yo siempre hablé abiertamente a todo el mundo. Siempre enseñé en las sinagogas y en el área del templo donde todos los judíos se reúnen. Nunca dije nada en secreto.

21. ¿Por qué me haces esas preguntas? Pregúntales a los que me han oído. ¡Seguro que ellos saben lo que les dije!

22. Cuando dijo esto, uno de los guardias del templo que estaba parado cerca de Jesús le dio una bofetada y le dijo: —¿Cómo te atreves a responderle así al sumo sacerdote?

23. Jesús le contestó. —Si dije algo malo, diles a todos qué fue lo malo que dije, pero si lo que dije es cierto, ¿por qué me pegas?

24. Después Anás envió a Jesús atado a donde estaba Caifás, el sumo sacerdote.

25. Simón Pedro estaba de pie calentándose, y le preguntaron: —¿No eres tú uno de los seguidores de ese hombre? Pero él lo negó diciendo: —¡No, yo no!

26. Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era familiar del hombre al que Pedro le había cortado una oreja, dijo: —Yo te vi en el huerto con él, ¿o no?

27. Entonces Pedro lo negó otra vez, y en ese momento cantó el gallo.

28. Después salieron con Jesús de la casa de Caifás hasta el palacio del gobernador. Era bien temprano en la mañana, pero ellos no querían entrar al palacio del gobernador para no quedar impuros, pues eso les impediría comer la comida de la Pascua.

29. Entonces Pilato salió a verlos y les dijo: —¿De qué acusan a este hombre?

30. Ellos le contestaron: —Si este hombre no fuera un criminal, no lo hubiéramos traído ante ti.

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