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Hechos 9:23-35 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

23. Después de muchos días, los judíos hicieron planes para matar a Saulo.

24. De día y de noche vigilaban las puertas de la ciudad porque querían matarlo, pero Saulo se enteró del plan.

25. Sus seguidores lo bajaron en un canasto por la muralla que rodeaba la ciudad.

26. Saulo se fue a Jerusalén y trató de reunirse con los seguidores, pero todos le tenían miedo y no creían que fuera un seguidor.

27. Pero Bernabé apoyó a Saulo y lo trajo a los apóstoles. Les explicó que Saulo había visto al Señor en el camino y que el Señor le había hablado. También les contó que en Damasco, Saulo había hablado valientemente en el nombre de Jesús.

28. Entonces Saulo se quedó en Jerusalén con los seguidores. Estando ahí, hablaba abiertamente en el nombre del Señor.

29. Conversaba y discutía con los judíos que hablaban griego, pero ellos intentaban acabar con él.

30. Cuando los hermanos se enteraron de esto, lo llevaron a la ciudad de Cesarea y de ahí lo mandaron a Tarso.

31. Así que la iglesia disfrutó de paz por toda Judea, Galilea y Samaria. Se fortalecía y progresaba, viviendo de una manera que mostraba mucho respeto por el Señor. La iglesia crecía animada por el Espíritu Santo.

32. Pedro recorría toda la región y fue a ver a los santos que vivían en Lida.

33. Allí conoció a un paralítico llamado Eneas, que llevaba ocho años en cama.

34. Pedro le dijo: —Eneas, Jesucristo te sana. Levántate y tiende tu cama. Inmediatamente Eneas se levantó.

35. Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron y decidieron seguir al Señor.

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