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Hechos 5:1-15 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Había un hombre llamado Ananías, su esposa se llamaba Safira. Se puso de acuerdo con ella para vender un terreno que tenían,

2. pero entregó sólo una parte del dinero a los apóstoles y se quedó con el resto. Su esposa sabía lo que había hecho.

3. Entonces Pedro dijo: —Ananías, ¿por qué permitiste que Satanás entrara en tu corazón? Mentiste y trataste de engañar al Espíritu Santo. Vendiste el terreno, pero ¿por qué te quedaste con parte del dinero?

4. El terreno era tuyo antes de venderlo, pudiste haber dispuesto del dinero a tu gusto. ¿Por qué se te ocurrió eso? ¡Le mentiste a Dios, no a los hombres!

5. Cuando Ananías escuchó esto, cayó muerto. Todos los que supieron esto se asustaron mucho.

6. Unos jóvenes vinieron y envolvieron su cuerpo, lo sacaron y lo enterraron.

7. Más o menos tres horas después, entró su esposa Safira, quien no sabía lo que le había pasado a su marido.

8. Pedro le preguntó: —Dime, ¿cuánto recibieron por la venta del terreno? ¿Fue esta cantidad? Safira le respondió: —Sí, esa fue la cantidad que recibimos por la venta del terreno.

9. Pedro le preguntó: —¿Por qué estuviste de acuerdo a la hora de probar al Espíritu del Señor? ¡Escucha! ¿Puedes oír esos pasos? Los hombres que acaban de enterrar a tu esposo están a la puerta y ahora van a hacer lo mismo contigo.

10. De inmediato Safira cayó muerta. Los jóvenes entraron y al darse cuenta de que estaba muerta, se la llevaron y la enterraron al lado de su esposo.

11. Toda la iglesia y los que supieron de esto, sintieron muchísimo miedo.

12. El poder de Dios se manifestó entre la gente por medio de muchas señales milagrosas y maravillas hechas por los apóstoles. Todos ellos se reunían en el Pórtico de Salomón.

13. Los demás no se atrevían a juntarse con ellos; sin embargo, todos hablaban muy bien de ellos.

14. Cada vez eran añadidos al grupo gran cantidad de hombres y mujeres que creían en el Señor.

15. Así que sacaban a los enfermos y los acostaban en camas o en camillas para que al menos la sombra de Pedro los cubriera mientras caminaba por la calle.

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