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Hechos 28:4-8 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

4. Los de la isla vieron a la serpiente colgando de la mano de Pablo y dijeron: «Este hombre debe ser un asesino. No murió en el mar, pero la justicia divina no lo deja vivir».

5. Pero Pablo lanzó la serpiente al fuego y a él no le pasó nada.

6. Ellos esperaban que se hinchara o cayera muerto, pero después de esperar mucho vieron que no le pasó nada. Así que cambiaron de opinión y empezaron a decir que Pablo era un dios.

7. Cerca de allí, había unos terrenos que pertenecían a Publio, el funcionario romano más importante de la isla. Él nos recibió en su casa, fue muy amable y nos quedamos allí tres días.

8. El papá de Publio estaba muy enfermo de fiebre y disentería. Pablo fue a visitarlo, oró por él y después de imponerle las manos, quedó sano.

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