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Hechos 28:19-31 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

19. Pero los judíos no querían que me soltaran, así que tuve que apelar al emperador, pero no porque tenga nada de qué acusar a mi pueblo.

20. Por eso quería verlos y hablar con ustedes. Estoy atado a estas cadenas porque creo en la esperanza de Israel.

21. Ellos le respondieron: —No hemos recibido cartas de Judea que hablen de ti. Ninguno de nuestros hermanos judíos que viajaron desde Judea trajo noticias de ti ni nos dijo nada malo de ti.

22. Pero queremos escuchar tus ideas porque sabemos que en todas partes se habla en contra de esta secta.

23. Pablo y los judíos decidieron una fecha para la reunión y ese día fueron muchísimos más de ellos a donde se quedaba Pablo. Él les habló solemnemente, desde la mañana hasta la tarde, acerca del reino de Dios para convencerlos respecto a Jesús. Para esto Pablo utilizó la ley de Moisés y las Escrituras de los profetas.

24. Algunos creyeron lo que Pablo decía, pero otros no.

25. Discutieron entre sí y se preparaban para irse, pero Pablo les dijo algo más: —Bien les decía el Espíritu Santo a sus antepasados a través de su profeta Isaías:

26. “Ve a este pueblo y dile: Por más que oigan, no entiendan. Por más que miren, no captarán.

27. Han cerrado su mente, se taparon los oídos y cerraron los ojos. Si no fuera así, entenderían lo que ven y lo que oyen. Se volverían a mí y yo los sanaría”.

28. »Por lo tanto, quiero que ustedes sepan que Dios envió su salvación a los que no son judíos. ¡Ellos sí escucharán!

30. Pablo se quedó dos años completos en una casa alquilada, donde recibía a todos los que iban a visitarlo.

31. Él anunciaba el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo. Lo hacía abiertamente y sin que nadie se lo impidiera.

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