Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 22:16-25 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

16. Ahora, no esperes más. Levántate, bautízate y lava tus pecados, diciéndole que confías en que él es tu Salvador”.

17. »Más tarde, regresé a Jerusalén. Estaba orando en el área del templo y tuve una visión.

18. Vi al Señor diciéndome: “Apúrate, sal de Jerusalén de inmediato, porque no aceptarán tu testimonio acerca de mí”.

19. Yo dije: “Pero Señor, ellos saben que yo fui a las sinagogas para arrestar y azotar a los que creen en ti.

20. Y cuando mataron a Esteban, tu testigo, yo estaba presente y estuve de acuerdo con que lo mataran. Hasta cuidé las túnicas de los que lo estaban matando”.

21. Pero el Señor me dijo: “Vete ahora, te enviaré muy lejos a donde están los que no son judíos”».

22. La gente dejó de escuchar cuando Pablo dijo estas últimas palabras. Entonces empezaron a gritar: «¡Acaben con él! ¡Un tipo de esos no debe vivir!»

23. Ellos gritaban y se quitaban sus túnicas, arrojando polvo al aire.

24. Entonces el comandante del ejército les dijo a los soldados que llevaran a Pablo al cuartel. Además les ordenó que lo azotaran porque quería hacer que Pablo le dijera por qué la gente le estaba gritando de esa forma.

25. Pero cuando los soldados lo estaban atando para azotarlo, Pablo le dijo a un capitán: —¿Tienen ustedes autoridad para azotar a un ciudadano romano que no ha sido declarado culpable?

Leer capítulo completo Hechos 22