Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 22:10-23 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

10. Entonces yo dije: “¿Qué debo hacer, Señor?” El Señor Jesús me respondió: “Levántate y ve a Damasco. Allí te dirán todo lo que he planeado que hagas”.

11. No podía ver por la luz tan brillante, así que mis compañeros me tomaron de la mano y me guiaron hasta Damasco.

12. »En Damasco, vino a mí un hombre llamado Ananías, muy religioso y obediente de la ley. Todos los judíos que vivían allí lo estimaban mucho.

13. Ananías vino y me dijo: “Hermano Saulo, ¡recobra la vista!” y de inmediato pude verlo.

14. Él me dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha elegido para que conozcas su plan, veas al Justo y escuches su voz.

15. Tú serás su testigo ante toda la gente de lo que has visto y oído.

16. Ahora, no esperes más. Levántate, bautízate y lava tus pecados, diciéndole que confías en que él es tu Salvador”.

17. »Más tarde, regresé a Jerusalén. Estaba orando en el área del templo y tuve una visión.

18. Vi al Señor diciéndome: “Apúrate, sal de Jerusalén de inmediato, porque no aceptarán tu testimonio acerca de mí”.

19. Yo dije: “Pero Señor, ellos saben que yo fui a las sinagogas para arrestar y azotar a los que creen en ti.

20. Y cuando mataron a Esteban, tu testigo, yo estaba presente y estuve de acuerdo con que lo mataran. Hasta cuidé las túnicas de los que lo estaban matando”.

21. Pero el Señor me dijo: “Vete ahora, te enviaré muy lejos a donde están los que no son judíos”».

22. La gente dejó de escuchar cuando Pablo dijo estas últimas palabras. Entonces empezaron a gritar: «¡Acaben con él! ¡Un tipo de esos no debe vivir!»

23. Ellos gritaban y se quitaban sus túnicas, arrojando polvo al aire.

Leer capítulo completo Hechos 22