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Hechos 12:7-20 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

7. De pronto, apareció un ángel del Señor. Una luz brilló en la celda, el ángel tocó a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: «¡Levántate rápido!» Entonces las cadenas se cayeron de las manos de Pedro.

8. Luego, el ángel le dijo: «Vístete y ponte las sandalias». Pedro lo hizo y entonces el ángel le dijo: «Ponte la capa y sígueme».

9. El ángel salió y Pedro fue tras él, sin saber si eso estaba pasando en realidad o si era una visión.

10. Pedro y el ángel pasaron la primera guardia, luego la segunda y llegaron a la puerta de acero que los separaba de la ciudad. La puerta se abrió sola, Pedro y el ángel salieron, caminaron más o menos una cuadra y de repente el ángel desapareció.

11. Pedro entendió lo que había pasado y pensó: «Ahora sé que el Señor me envió de verdad a su ángel. Él me salvó de Herodes. El pueblo judío pensó que me iba a ir mal, pero el Señor me salvó».

12. Cuando Pedro se dio cuenta de esas cosas, se fue a casa de María, la mamá de Juan, al que también llamaban Marcos. Muchos estaban reunidos allí, orando.

13. Pedro llamó a la puerta de afuera, y una sierva llamada Rode salió a ver quién era.

14. Ella reconoció la voz de Pedro y se puso tan contenta que se le olvidó abrir la puerta. Corrió adentro y les dijo a todos los que estaban allí: —¡Pedro está en la puerta!

15. Ellos le dijeron a Rode: —¡Estás loca! Pero ella siguió diciendo que era verdad, así que ellos dijeron: —Debe ser el ángel de Pedro.

16. Pero Pedro seguía llamando a la puerta. Cuando fueron a abrir la puerta y lo vieron, quedaron atónitos.

17. Él les indicó que se callaran y luego les explicó a todos cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Les dijo: —Vayan a contarles a Santiago y a los demás hermanos todo lo que pasó. Entonces Pedro se fue a otro lugar.

18. Al amanecer, hubo bastante agitación entre los soldados porque no sabían qué había pasado con Pedro.

19. Herodes ordenó buscar a Pedro por todas partes, pero no lo encontró. Interrogó a los guardias y luego ordenó que los mataran. Después, Herodes salió de Judea a la ciudad de Cesarea y permaneció allí por algún tiempo.

20. Estaba muy enojado con los habitantes de Tiro y Sidón. Ellos acordaron ir a hablar con Herodes y sobornaron a Blasto, el funcionario principal del rey. Trataban de hacer las paces porque su territorio era abastecido por el del rey.

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