11. Luego oí las voces de millones y millones de ángeles que estaban alrededor del trono, de las criaturas y de los ancianos.
12. Ellos decían con voz fuerte: «El Cordero que fue sacrificado es digno de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza».
13. Escuché entonces a todos los seres en el cielo, en la tierra, debajo de ella y en el mar, que decían: «¡Toda la alabanza, el honor, la gloria y el poder sean por siempre para el que está sentado en el trono y para el Cordero!»
14. Las cuatro criaturas respondían: «¡Así sea!», y los ancianos se arrodillaban y adoraban.