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Apocalipsis 18:8-19 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

8. Así que tan sólo en un día le caerán todas las plagas: enfermedades, luto y hambre. Ella será destruida con fuego porque el Señor Dios que la juzgó es fuerte».

9. Los reyes de la tierra que cometieron pecado sexual con ella y que compartieron sus lujos, llorarán y se lamentarán cuando vean el humo de su cuerpo quemado.

10. Se quedarán lejos de ella por miedo a recibir su mismo sufrimiento, y le dirán: «¡Qué terrible, muy terrible para ti, gran ciudad. Poderosa ciudad de Babilonia, tu castigo llegó tan solo en una hora!»

11. Los comerciantes del mundo también llorarán y se lamentarán por ella, porque ya nadie comprará sus mercancías.

12. Vendían oro, plata, piedras preciosas, perlas, ropa de lino y de seda, y tela púrpura y roja; toda clase de maderas fragantes, y objetos hechos de marfil, de madera fina, de bronce, de hierro y de mármol;

13. canela, especias aromáticas, incienso, mirra y perfumes; vino y aceite de oliva, harina fina y trigo, ganado y ovejas, caballos, carruajes, esclavos y almas de seres humanos. Y ellos dirán:

14. «¡Pobre de ti, Babilonia! Ya no tienes todas las cosas buenas que tanto deseaste. Toda tu riqueza y tus lujos han desaparecido. Nunca más los recuperarás».

15. Los comerciantes que se habían vuelto ricos gracias a lo que le vendían a ella, se alejarán, pues tendrán miedo de recibir su mismo sufrimiento. Ellos llorarán y se lamentarán:

16. «¡Qué terrible! ¡Esto es muy terrible para la gran ciudad! Se vestía con ropa de lino fino, de púrpura y de rojo. Llevaba oro, piedras preciosas y perlas.

17. Todas sus riquezas fueron destruidas en tan sólo una hora». Todos los capitanes de barco y todos los que viajaban por mar, los marineros y todos los que traficaban en el mar, se alejaron de Babilonia.

18. Cuando vieron que salía humo de ella, decían: «¡Nunca hubo una ciudad como esta gran ciudad!»

19. Luego, se echaron polvo sobre la cabeza, llorando y lamentándose: «¡Qué terrible! ¡Esto es muy terrible para la gran ciudad! Todos los que tenían barcos en el mar se enriquecieron gracias a ella, ¡pero fue destruida en tan sólo una hora!

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