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1 Pedro 2:3-14 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

3. ya que han saboreado lo bueno que es el Señor.

4. Acérquense al Señor Jesús, quien es la piedra viva, rechazada por los hombres, pero elegida y de mucho valor ante Dios.

5. Ustedes también son como piedras vivas que Dios utiliza para construir un templo espiritual. Ustedes sirven a Dios en ese templo como sacerdotes santos, y por medio de Jesucristo ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios.

6. Pues así también dice la Escritura: «Miren, pongo en Sion la piedra principal, elegido por su mucho valor. El que confíe en esa piedra, no será defraudado».

7. Para ustedes los que creen, esa piedra les dará honra; pero en cuanto a los que no creen: «La piedra que los constructores rechazaron se ha convertido en la piedra principal».

8. Para los que no creen, esa piedra también es: «Una piedra de tropiezo y roca de escándalo». Tropezaron porque no obedecieron el mensaje; eso es lo que Dios tenía planeado para ellos.

9. Pero ustedes son un pueblo elegido por Dios, sacerdotes al servicio del Rey, una nación santa, y un pueblo que pertenece a Dios. Él los eligió para que anuncien las poderosas obras de aquel que los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa.

10. Antes, ustedes no eran ni siquiera un pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios. Ustedes no habían recibido compasión, pero ahora han recibido la compasión de Dios.

11. Estimados hermanos, ustedes son como exiliados y refugiados en esta sociedad. Por eso les ruego que luchen para no complacer aquellos deseos humanos que van en contra de su nueva vida.

12. Ustedes viven rodeados de gente que no cree y tal vez ellos digan que ustedes hacen el mal; sin embargo, si ustedes llevan una vida honesta, ellos verán el bien que ustedes hacen y alabarán a Dios el día que él venga a juzgar a todos.

13. Por el honor que le deben al Señor, respeten a todo ser humano: tanto al emperador, que es la máxima autoridad,

14. como a los gobernadores que son enviados por el emperador para castigar a los que hacen el mal y elogiar a los que hacen el bien.

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