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Salmos 35:3-15 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

3. Usa tus armas en contra de los que me persiguen. Calma mi alma y dile que has venido a salvarla.

4. Que los que quieren quitarme la vida sean castigados. Que los que planean hacerme daño sean confundidos y tengan que escapar avergonzados.

5. Que desaparezcan como hojas que el viento lleva lejos, perseguidos por el ángel del SEÑOR.

6. Que el camino por el que escapen sea oscuro y resbaladizo y sean perseguidos por el ángel del SEÑOR.

7. Porque me tendieron trampas, cavaron un pozo donde tirarme sin tener motivo alguno.

8. Que sufran un castigo inesperado, que caigan en su propia trampa. Que se enreden en sus propias maniobras.

9. Así mi alma se alegrará por las obras del SEÑOR y me hará feliz su victoria.

10. Y entonces, con todas las fuerzas de mi alma diré: «SEÑOR, no hay Dios como tú. Tú salvas a los oprimidos de sus opresores, a los pobres y necesitados de los que los explotan».

11. Los perversos me odian, y me acusan de crímenes que no he cometido.

12. Ellos pagan bien con mal y me causan mucho dolor.

13. Me tratan así aunque los acompañé en su dolor y me puse ropa áspera cuando estaban enfermos. Por la tristeza que sentí, los acompañé e hice ayunos. Cuando no se contestaron mis oraciones, murió uno de su familia.

14. Los traté como si fueran mis hermanos; compartí su dolor como por un amigo o un hermano. Guardé luto en señal de dolor como por una madre.

15. Pero cuando me vi en dificultades, se juntaron en mi contra y trataron de destrozarme. No me dieron descanso.

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