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Salmos 32:1-5 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Qué afortunados son aquellos rebeldes a quienes Dios les perdona sus pecados.

2. Qué afortunados son los que el SEÑOR considera inocentes porque no mintieron en cuanto a sus pecados.

3. Todos los días que seguía orando, sin confesar mis pecados, me debilitaba cada vez más.

4. Dios mío, tú hacías mi vida cada día más difícil. Llegué a ser como tierra que se seca en verano. Selah

5. Entonces, decidí confesarte todos mis pecados; no escondí ninguna de mis culpas. Decidí confesarte mis errores, SEÑOR, y tú perdonaste todas mis culpas. Selah

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