1. SEÑOR, en ti he buscado refugio; no me decepciones. Sálvame porque eres justo.
2. Presta atención a mi súplica y rescátame pronto. Sé para mí como una roca de refugio, como una fortaleza que me salva.
3. Tú eres mi roca y mi fortaleza. En atención a tu prestigio, sé mi líder y guíame.
4. Sálvame de la trampa que otros han preparado para mí. Tú eres mi refugio.