4. Alábenlo los altísimos cielos y las aguas que están sobre los cielos.
5. Alaben el nombre del SEÑOR, porque él dio una orden y todo fue creado.
6. Él lo creó todo para que existiera para siempre; dio leyes que continúan para siempre.
7. Alaben al SEÑOR desde la tierra, los monstruos marinos y el océano;
8. el rayo y el granizo, la nieve y el humo, la tormenta que cumple sus mandatos;
9. las colinas y montañas, los árboles frutales y los cedros;
10. los animales salvajes y los animales domésticos, los reptiles y los pájaros;
11. los reyes y las naciones de la tierra, los líderes y los gobernantes del mundo;
12. los hombres y las mujeres; los jóvenes y los viejos.
13. Alaben todos ellos el nombre del SEÑOR, pues su nombre está por encima de todo nombre; su esplendor está por sobre los cielos y la tierra.
14. Él le ha dado poder a su pueblo. Que todos los que le son fieles lo alaben, los israelitas, su pueblo cercano. ¡Aleluya!